martes, 24 de febrero de 2015

Slide de El lenguaje Poetico

Slide de El lenguaje Poetico
POR: GERARDO ORDAZ

A diferencia de otros lenguajes creados por el hombre, el de la poesía, que acrisola en palabras cuerpo, música, y su imagen, funde también dos procesos en eminente pugna: el pensamiento analítico —que permite al poeta, en un momento previo a la creación, desbrozar lo que mira— y el analógico, que no sólo celebra la pluralidad del mundo sino que, además, desconfía del análisis racional donde toda verdad es excluyente pues no pueden coexistir dos verdades sobre un mismo hecho. El pensamiento analógico, por el contrario, afirma la posibilidad de una correspondencia universal que religa el mundo y hace coincidir una verdad con otra
No voy a decir ahora que el lenguaje de la poesía es, por eso, el lenguaje de la libertad, aunque lo sea. Frente al de la burocracia, frente a las voces del comercio o ante las etiquetas de la academia, se alza la poesía como una forma de resistencia pero su poder revolucionario no estriba en que, durante una marcha, gritemos consignas escritas por algún poeta cuyo nombre ni siquiera conocemos. La poesía es revolucionaria porque es el agitador de la lengua. Al tiempo que nos revela el mundo, crea otro.
La poesía, entonces, no quiere analizar, entender o describir al mundo, aunque lo haga; no busca sólo comunicar una experiencia: es a un tiempo experiencia y creación; no ofrece respuestas, aunque las revela. Su propósito es sugerir más preguntas pues nos conduce a pensar nuevos sentidos, correspondencias en el telar del mundo.
La poesía No sirve para alcanzar el poder pero sirve para responder al poder con sentimientos cercanos. No sirve para vivir pero la poesía vive con las palabras. No sirve para enseñar a nadie nada, pero sirve para mostrar lo que acontece por el mundo. No sirve para matar, no sirve para morir, no sirve para rezar ni para jugar con fuego. Pero sirve para emocionar, para vivir en otros cuerpos, para reflexionar y sentir la belleza y hondura de las palabras que nos explican cómo somos. No sirve para amar, no sirve para gritar, no sirve para llorar, pero sirve para sentir el deseo, para alzar la voz en silencio, para que su tristeza te atraviese el pecho.
No sirve para liberar a nadie, no sirve para juzgar a nadie, no sirve para lograr la paz. Pero sirve para hablar con libertad, para proclamar la inocencia de las cosas, para rebelarse contra la locura de la historia. No sirve para bailar, no sirve para emborracharse, no sirve para estarse quieto. Pero sirve para celebrar la vida, sirve para embriagarse de otros sentidos, para moverse por otros lugares. No sirve para la muerte.
Sirve para la vida. Da vida a los muertos y nombra lo que a menudo no tiene nombre.

Como lo que no sirve pero es inevitable.

POR DIANE DESIREE RAMIREZ LUNA

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