martes, 24 de febrero de 2015

¿Qué es la Emotividad?


¿Qué es la Emotividad?
La emotividad es aquella capacidad que disponemos los seres humanos para producir emoción, aunque también a la sensibilidad que se presenta ante las emociones la llamamos emotividad.
En tanto, la emoción es la alteración en el ánimo, intensa, pasajera, agradable o penosa, que algunas veces suele aparecer acompañada de una manifestación somática. Es decir, las emociones son fenómenos psico fisiológicos que indican modos eficaces de adaptación respecto de diferentes cambios de las demandas ambientales. En el estricto plano psicológico, la emoción alterará la atención y elevará el rango de ciertas conductas en la jerarquía de respuestas del individuo en cuestión. Y en cuanto a lo fisiológico, las emociones provocan respuestas en los diferentes sistemas del organismo, incluyendo a las expresiones faciales, la voz, los músculos y el sistema endocrino.
Entonces, en la emotividad intervendrá un componente expresivo que dará lugar a conductas motoras, gestos faciales y expresiones verbales; a cada estado de ánimo le corresponde una manifestación conductual.
La expresión facial nos dará una clara idea de la calidad e intensidad de la experiencia emocional vivida. Cuando se experimenta una emoción de cualquier tipo, agradable, desagradable, los neurotransmisores envían estímulos eléctricos desde el sistema nervioso central a los músculos faciales, dando paso a respuestas estereotipadas, que presentan un importantísimo valor comunicativo entre los humanos.
Por ejemplo, si sentimos alegría, de inmediato se producirá un retraimiento oblicuo de las comisuras de los labios y la elevación de las mejillas, en cambio, si lo que nos invade es la ira, se fruncirá nuestro ceño, descenderán las cejas, se estrecharán los labios y se apretarán los dientes.
Y también las emociones nos moverán a actuar o en su defecto a retraer algunas acciones. Así es que cuando sentimos alegría, tendremos muchas más ganas de realizar actividades, en tanto, la tristeza implicará una parálisis de movimientos.

Cabe destacar, que dependiendo de la situación personal en la que se halle alguien, la emoción podrá exacerbarse o bien no generar el efecto que normalmente produciría en el individuo.

POR: TONANTZIN ROJAS NAVA


Las emociones, o sea las vivencias ligadas —sobre todo— a las tendencias del yo y de la transitividad, se hallan caracterizadas por dos aspectos fenomenológicos: la excitabilidad y la intensidad durante un breve lapso de tiempo.
El descubrimiento del objeto de la tendencia, a través del conocimiento, produce la dinamización o activación, que aflora a la conciencia como excitabilidad. La disposición subjetiva que facilita la excitabilidad es la falta de anticipación, es decir, no esperar lo que ahora nos está sucediendo.


La activación de la tendencia se caracteriza también por una gran intensidad, que impregna todos los niveles de la persona, en especial el somático. Por este motivo, el miedo y la ira, las dos emociones fundamentales, han sido estudiadas a partir de sus componentes fisiológicos. Las reacciones fisiológicas del miedo son: el aumento de la tensión muscular, el crecimiento de la conducción dérmica, el aumento de la frecuencia de la respiración, la excitación de la función de las glándulas suprarrenales, del corazón y de los pulmones y la inhibición de la función biliar. En la ira, en cambio, la tensión muscular es menor: disminuyen las pulsaciones y aumenta la presión sanguínea diastólica.

POR: BRANDY MALDONADO


2 comentarios:

  1. Excelente exposición de conocimiento, generalizado y detallado produciendo en mi la satisfacción del entendimiento, gracias.

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